2/13/2014

PERFIL ANÓNIMO


La noche es densa sin luna ni estrellas y cuando su velo azabache roza mi piel me abraza un silencio azul que se mece en el halo de la música. Las notas del Nocturno de Skriabin dibujan escalas y arpegios en el pentágrama del aire. Entre nota y nota se crea un oasis de nítidos silencios, donde reposar el alma.
Sin prisas, entretejo hilos de palabras que se pierden más allá de la pantalla e invaden tu secreto espacio, enlazándose con los tuyos. Empieza a formarse un sutil tejido compuesto de pensamientos, una tela finísima coloreada de sueños que ilumina la noche, despertando sonrisas en los astros errantes.
Escucho tu voz enmudecida por la distancia, llena de misterios y deseos. Es la voz de un poeta que está de paso, una fugaz estrella del mundo virtual, un alma preñada de versos que se agita y esparce su viento de metáforas. Tu corazón anónimo y transparente las va sembrando en la fría pantalla y yo las recolecto ya germinadas y vivas.
Estamos dentro de un círculo mágico, delimitado por el elíptico trazo de las palabras. Me vas dibujando huellas, vivencias que conforman el sendero de tu vida y con ellas empiezo a dibujar tu tela. Intuyo que su paisaje esta hecho de dunas viajeras, ligeras y huidizas, que abren caminos escarpados, barrancos y cimas inexploradas. De vez en cuando se perfila una suave colina, un prado donde el riachuelo discurre plácido, un refugio donde detener el tiempo y gozar de la belleza. Dispongo la paleta: sienas, ocres, naranjas, magenta, pinceladas de azul y violeta y un oscuro indefinido para las sombras, que las hay. Empiezo a pintar en la noche sin luna, aún con la certeza de que nunca podré terminar el cuadro y serás una tela inacabada, solo un esbozo, una ilusión creada por los seres de las sombras que danzan sin freno en la hora bruja.
A pesar de todo sigo esparciendo colores. Mi mano se mueve ágil motivada por mi inquietud hacia el complejo cromatismo de los espíritus nómadas. Dejo fluir ese espacio ausente de tiempo, rico en matices y tú me regalas poesía. Camino insomne tras tus huellas sembradas de versos, como una mariposa, fascinada por el fugaz resplandor de una vela. Me atrae como nada el reto de plasmar tu alma y sigo añadiendo pigmentos para poner realidad y calidez a tus matices.
Tal vez mañana, cuando el alba restituya las formas y devuelva los límites al mundo, me daré cuenta de que fuiste un sueño que solo debo buscar entre las estrellas, pero esta noche dejame ser beduina de tu oasis.

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