1/25/2016

POETA



Me paseo por tu silencio
de puntillas, tímidamente.
Saboreando la quietud
que envuelve la estancia.
Miro tu perfil concentrado
en el vaivén de las palabras
que laten en tu horizonte
de lunas y soles.
Te mueves entre ellas
con la gracia de un malabarista.
Las elevas y luego desaparecen,
se arremolinan entre tus dedos
sobre el perfil del teclado.
Dibujan realidades y sueños.
Pueden ser cálidas y ligeras
o afiladas y densas.
La estancia se llena
de mudos sonidos
que danzan entre las líneas
de tus pensamientos.
Con destreza los modelas
los transformas en poemas,
creándoles un mundo
de ensoñaciones y vida.
Brillando en tu mirada
veo la fiebre del poeta
que esculpe sensaciones.
Permanezco allí largo rato,
atrapada en tu locura literaria.
Luego, muy despacio me acerco,
alzo la mano, como en un suspiro,
hasta rozar tu tu mejilla…

Por un momento tus dedos se detienen
y te ilumina una sonrisa,
como si mi onírico gesto
hubiera traspasado la distancia.

Pero ha sido sólo un instante
y de nuevo te encierras en tu universo
haciendo el amor con las palabras
sobre la blanca virginidad del folio.

1/18/2016

MÚSICA


Su cuerpo invisible levita por la estancia enredado a la callada quietud. Se enreda entre los pliegues de las cortinas cayendo en cascada sobre el cristal de la ventana, acariciando los hilos de luz de este atardecer que, lentamente, declina a poniente. Su melodioso fluir me abraza y su percusión es, a veces, alegre melodía y otras, preludio de tristeza. Es también recuerdo, esencia de instantes de vida que ya son pasado y han quedado atrapados entre sus notas. Reverbera en las paredes y como un sonoro boomerang, regresa hasta vibrar en mi propia piel. Entonces soy parte de ella, un todo unido por el flujo de las sensaciones que andan de puntillas por la tarde hueca. 

Es una presencia, antigua como el mundo que veces me desnuda y otras me abriga con su calidez sonante. Ha crecido a mi lado, es versátil, amiga, compañera, amante y en su diversidad sonora enciende pasiones y también lágrimas. Nunca deja indiferente y es leal a mi estado de ánimo.

En esta hora quieta del frío crepúsculo de Enero, flota por mi casa, etérea como una ninfa y su vuelo es caricia, sensual evocación de otros crepúsculos vividos en tu compañía, a orillas del mar. 

Hoy sólo ella me acompaña, vistiéndome de olas y madréporas. Los compases impresionistas de "La mer" de Debussy me trasladan más allá de este frío invierno, hasta regresar a aquellos inolvidables veranos compartidos contigo y con ellos paseo descalza, sobre la arena de una playa dorada. Desnuda la mente, libre el cuerpo, sin lastres, a solas la música y yo, en este anochecer de auroras perfumado de tu esencia. Como dos almas enlazadas bailando en el filo de los sentidos, desafiando silencios, borrando soledades.

1/12/2016

PARTITURA INACABADA


Cae el silencio sobre mí, como las notas de un nocturno percutiendo en mi alma. Es como si la tarde se durmiese precozmente entre las bambalinas del teatro de la vida.

En ese espacio de calma fluyen los recuerdos concentrándose de nuevo en la piel. Acuden a mí, suaves, componiendo un tempo lento que, poco a poco, se convierte en un crescendo. Como un canto de sirena regresas, en la tarde quieta, para activar mis sentidos. Borrando la distancia reapareces, entre la transparente melodía, sensual en tu desnudez de amante. La luz tamizada del final del día te perfila a través del ígneo poniente que entona una  cárdena melodía de hojas estremecidas por el viento.

Incendias mis recuerdos y alargo la mano, buscándote, hasta rozar la luz inmóvil del aire. Bajo mis dedos siento el latido de tu cuerpo y mil violines se desfibran en octavas por el anochecer sedoso.

Al otro lado de la ventana palpita el mar. Su cadencia escribe partituras en un pentagrama de conchas y madréporas y el instante es pura magia.

De repente, un ruido interrumpe el silencio y siento que se va disolviendo tu imagen como las olas de ese mar que va y viene. Me resisto a perderte y con los ojos cerrados intento volver a la partitura inacabada de nuestra melodía.

Intuyo que esta noche no habrá luna ni estrellas, pero si una rosa azul en mi firmamento.



1/04/2016

MOMENTO NIRVANA



Refugiada en el pequeño latifundio de su sofá deja pasar el tiempo, vaciando la mente de pensamientos. Fluye de la nada hacia el deseado relax, inmersa en la placidez de “il dolce far niente”

Es su momento de paz y silencio, con el tiempo detenido en los relojes y la vida levitando, en su trepidar cotidiano, más abajo de su espacio de calma. Su mente, libre de lo cotidiano, se sumerge en un el paraíso de una playa de esbeltas palmeras, blancas arenas y aguas transparentes como el cristal. Allí, tumbada en una hamaca, bajo un cielo sin nubes, se deleita con un cóctel afrutado. Muy cerca, apenas se percibe el susurro que emerge del rompiente, donde se arremolinan las pequeñas olas. Es una melodía de agua y secretos marinos, flotando en la brisa del misterio.

Frente a ella, todo es azul, diáfano y transparente. A su espalda, más allá de las palmeras, empieza a perfilarse el verde lujurioso de la selva tropical. Allí, escondidos entre el follaje, un coro de pájaros exóticos se unen en un espontaneo concierto, dedicado a la naturaleza y a la vida en su estado más puro y primitivo. Cierra los ojos, sumergida en la fascinante somnolencia de un estado perfecto. La música de las olas acompasa el canto de los pájaros, conjugando una perfecta armonía que resuena por toda la isla. 

En algún lugar muy lejano, la vida sigue percutiendo con la estridencia de la urgencia y las prisas, mientras ella sigue allí, refugiada en el pequeño latifundio de su sofá, ahora convertido el isla caribeña.

Mañana será otro día y volverá al estrépito de la ciudad y la vida cotidiana, pero ahora no. Ahora vuela libre por el mágico paraíso de la imaginación.

Quién sabe… tal vez si vuela lo suficientemente alto alcance el nirvana, bajo un cielo limpio de nubes y un mar de aguas cristalinas.