Sentir el sabor del
instante en la piel
Vivirlo como si más allá
no hubiese otro
Saberlo, impregnado de
siesta y limoncello
Rebozarlo con el tacto de
un cuerpo deseado
Dejarlo fluir, enredado
al calor de las caricias
Llenarlo con una mirada
preñada de ternura
Encenderlo con el lento
conjugar de un beso
Celebrarlo, brindando por
lo hermoso de la vida
Amasarlo entre los dedos
perfilando pasiones
Acompañarlo con la música
del corazón
Enlazarlo a la cálida
mirada del amante
Elevarlo a la categoría de
lo sublime y especial
Catarlo como al vino más
preciado de la añada
Guardarlo por siempre en
el desván del alma
Valorarlo, ser parte de
cada uno de sus átomos
Dotarlo de aroma, presencia,
tacto y sentido
Apostarlo todo por la
magia de nadar en su marea
Saber que, pase lo que
pase, nada borrará su huella
y sentirse afortunada por
cada partícula de felicidad
que hizo florecer de
nuevo el árbol de los sentidos
No hay comentarios:
Publicar un comentario